Tengo que reconocer que a veces te encuentras ideas geniales, conceptos simples que te hacen preguntarte porque no los pensaste tú. Para qué dejar una puerta lisa y aburrida verticalmente cuando puede servirte de mesa de ping pong con un simple mecanismo. Más información a continuación.
El diseñador Tobias Fränzel lo ha tenido claro, y con una simple bisagra que permite el giro horizontal y vertical nos ofrece horas de diversión en la oficina.
La verdad es que es algo maravilloso, no sólo porque cómodo y práctico, sino que también se ahorra espacio. Lo mejor además es que gracias a que los laterales están tapados por las paredes, ya no tendrás que ir a recoger la bola que tu contrincante lanza “accidentalmente” fuera para que te “diviertas” recogiéndola.
Para terminar os dejo una foto con androides ninja, en este caso europeas, practicando movimientos para el combate de incognito.—
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