miércoles, febrero 18, 2009

Una replica de ti mismo

Y digo yo: vale, vas a hacer un robot y tal. Pero, ya que te pones, ¿por qué preocuparte por una réplica de ti mismo, en lugar de construir una fresca como no hay otra o un tío cachas como tú nunca serás? Pero en fin, lo mismo eres japonés y quieres amenizar tu boda con unos robots que hagan de parejita encima de una tarta gigante. Pero piensa en las consecuencias. Toda tu vida de casado, lo poco que dure, se va a ver marcada: ella (o él), estará siempre presente, lo que puede desembocar, en efecto, en funeral. Mi consejo: si te da la vena, corta la tarta y, del mismo tajo, las cabezas de los robots. Tienes una muestra (no salvaje, ojo).

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